Aymoré Moreira nació el 24 de abril de 1912 en Miracema, Río de Janeiro, Brasil, jugador de fútbol y entrenador. Era hermano de Zezé Moreira y Ayrton Moreira, ambos también entrenadores de éxito en el fútbol brasileño.
Comenzó su carrera futbolística como extremo derecho, pero pronto cambió para convertirse en portero, jugando en el América-RJ, el PalestraItália y el Botafogo-RJ, donde permaneció de 1936 a 1946 y obtuvo convocatorias para la selección brasileña.
Poco después de su retirada como jugador, se convirtió en un exitoso entrenador, llevando a Brasil a su segundo título mundial en Chile 1962. En el primer partido, contra México, Pelé asistió en el primer gol y marcó el segundo. Más tarde se lesionó al intentar un disparo lejano contra Checoslovaquia. Esto le mantuvo fuera del resto del torneo y obligó a Moreira a hacer su único cambio en la alineación del torneo, introduciendo a Amarildo. El sustituto marcó en la final, la revancha contra Checoslovaquia. Garrincha fue el protagonista de la victoria por 3-1.
Moreira dirigió a Brasil durante 61 partidos, con 37 victorias, 9 empates y 15 derrotas. Además de ganar la Copa Mundial, llevó a la «Canarinho» a conquistar la Taça Oswaldo Cruz en 1961 y 1962, la Taça Bernardo O’Higgins en 1961 y 1966, la Copa Roca en 1963 y la Taça Rio Branco en 1967.
Entre los clubes entrenados por el Sr. Aymoré figuraban Bangu,Palmeiras, Portuguesa, Botafogo-RJ, São Paulo, Galícia y Panathinaikos.
En la primera ronda de la Copa Mundial de la FIFA 1962, Brasil fue primero de su grupo y Checoslovaquia terminó segunda, por delante de México y España. La URSS y Yugoslavia terminaron por encima de Uruguay y Colombia. Hungría, junto con Inglaterra, pasó a cuartos de final, mientras que Argentina y Bulgaria fueron eliminadas. Inglaterra tenía el mismo número de puntos que Argentina, pero avanzó gracias a un promedio de goles superior; la primera vez que tal requisito había sido necesario en un torneo final de la Copa Mundial.
Una vez disputadas todas las rondas, los dos equipos restantes eran Brasil y Checoslovaquia. El Estadio Nacional de Santiago sirvió de escenario para la final propiamente dicha, y a los 15 minutos, Brasil volvió a encontrarse con un gol de desventaja en la final de la Copa Mundial, un balón largo de Adolf Scherer fue aprovechado por Josef Masopust: 1-0 Checoslovaquia. Sin embargo, al igual que en la final anterior, disputada cuatro años antes, Brasil no tardó en devolver el golpe y empató dos minutos después por mediación de Amarildo, tras un error del hasta entonces impecable guardameta checoslovaco Schroijf. Los brasileños no se detuvieron ahí y, con goles de Zito y Vavá (otro error de Schroijf) mediada la segunda parte, los checoslovacos no pudieron volver a meterse en el partido. El partido terminó 3-1 a favor de Brasil, que defendió con éxito el título por segunda vez en la historia de la competición a pesar de la ausencia de su jugador estrella de 1958, Pelé.